Después de un periodo de pausa, debido a las vacaciones veraniegas, a los exámenes y a las graduaciones, hemos vuelto con la sección Tragos de Marche y con el vino seguramente más conocido de las Marcas: el Verdicchio. Aprovechamos la ocasión para cambiar un poco el formato, dejando las partes más técnicas y aburridas y concentrándonos sobre los aspectos más históricos y culturales del vino en cuestión.
El Verdicchio es un vino blanco autóctono, o sea originario de la zona, producido en la zona de los Castillos de Jesi, entre los que los más importantes son Staffolo, Cupramontana, Montecarotto y Arcevia y en la zona cerca de Matelica. Cada una de estas zonas cuenta con una etiqueta DOC y una etiqueta DOCG para la reserva. En los últimos tiempos la zona de Matelica está afirmando con fuerza su identidad, oponéndose, se puede decir, a la zona más clásica y típica del Verdicchio, los Castillos de Jesi. Lo que diferencia el Verdicchio de Matelica de él de los Castillos de Jesi es el clima. De hecho, se suele asociar al Verdicchio de los Castillos el nombre de vino “de mar”, ya que siente más la influencia del clima más templado, a causa de la proximidad con el mar. Por contrario, se suele llamar el Verdicchio de Matelica un vino “de montaña”, ya que sale de zonas que tienen una altitud mayor de las zonas del Verdicchio de los Castillos de Jesi, aunque éste último tenga picos como Cingoli o Apiro, que alcanzan los 500m sobre el nivel del mar. Además, la cercanía de Matelica al Monte San Vicino determina una mayor excursión térmica: de hecho las noches las temperaturas son mucho más bajas de las en la zona del Verdicchio de los Castillos de Jesi.
Un falso tinto. – En general, los vinos blancos no son vinos de envejecimiento, mientras que los rojos pueden evolver en botella por muchos años. Sin embargo, la acidez del Verdicchio le permite una evolución en botella parecida a la de los rojos y que solo el Riesling, a nievel de vinos blancos, puede presumir. Por esta razón, el Verdicchio es conocido como “falso rojo”. Esta su acidez, unida a su sabor, que se debe a la presencia de minerales en los terrenos de la zona, ha hecho del Verdicchio uno de los vinos blancos mejores en Italia y en el mundo. A tal punto que el New York Times acaba de elegir el Verdicchio como vino blanco de Italia.
Algunos consejos. – Siendo nacidos en los Castillos de Jesi queremos daros algunos consejos para las futuras degustaciones del Verdicchio. Dos empresas que hicieron y están haciendo la historia del Verdicchio en Italia y en el mundo son Villa Bucci y Andrea Felici. Con ellos iréis a lo seguro: ¡los premios que ganan cada año hablan por sus mismos! Otros consejos que podemos daros son: Fattoria Coroncino, una pequeña empresa que apuesta todo por la alta calidad en el vaso; Podere l’Infinito, una empresa muy jóven, a la segunda vendimia, pero ya capaz de llevar a casa una mención por parte de la revista Tres Vasos. Por lo que se refiere al lado burbujas hay que subrayar que el Verdicchio, con su acidez, es muy apto también para el Método Clásico. Citamos Nonno Dino de la empresa Vinos Simonetti: un vino espumoso persistente fruto de 42 meses de botella sobre las levaduras.
No solo vino. – Si se habla de Verdicchio, se habla también de fiestas y festivales. Citas que no se pueden perder son seguramente el Festival de la Uva de Cupramontana, cada primer fin de semana de octubre, donde un carro folclórico hecho de uva por cada distrito del pueblo desfila por las calles del centro, y la fiesta del Verdicchio en Staffolo en el fin de semana de midad agosto. Importantes son también la fiesta del Verdicchio en Montecarotto y en Matelica. Otro evento interesante es seguramente Cálices desde el Balcón en Cingoli, donde se compran billetes, con los que se pueden probar los cálices mejores de la zona. En mayo, como en toda Italia, está Vinotecas Abiertas, donde aquí también las degustaciones de los varios cálices de Verdicchio rellenan los días de muchos jóvenes, turistas y apasionados.
Dos recomendaciones. – La primera recomendación que nos sentimos haceros es degustar este fantástico vino. La segunda es no exagerar, ya que es un vino muy bueno, ¡pero con una gradación alcohólica que difícilmente es menor del 13%!